30 DÍAS PARA HACER LA MALETA

¿Cuándo te das cuenta que has acabado una etapa?. Etapas que no vuelven a ocurrir, que no vuelves a vivir, pero que tienes infinidades de ellas por delante.
Los nervios van apareciendo, te queda un mes con tus amigos, con tu familia, con tu novia, con tu “gente”, ves que ese día que pensabas que nunca llegaría, está a punto de llegar. Sí, estoy hablando de la etapa previa a la Universidad, porque quizás mucha gente no sabe lo que es irse a estudiar fuera, a dejar todo, coger una maleta con 4 cosas -que es el armario y tu habitación entera- y marcharte, empezar de cero, con el miedo de no hacer amigos, de no conocer gente, de no salir, de no poder tomar unas cañas, con sus tapas, como tanto nos gusta en nuestra Extremadura, pero esos miedos desaparecen pronto.
Llegas a Madrid, a lo que tú nunca habías visto, más que por fotos o por varios días al año, y es todo muy distinto, eso que llevabas viendo varios días al año, lo comienzas a ver cada mes, cada semana, cada día.
Y sales, y entras, y visitas un lugar, y otro, y vuelves a entrar, y a salir, y quedas con “los de clase”, esa gente que pensabas el primer día que ya tendrían sus amigos, que contigo no saldrían, y salen, y vas con ellos a tomar unas cañas, a tomar “copas” al piso de un amigo, a 45′ de tu barrio, porque eso sí, aquí todo está cerca, aunque tengas que coger 2 trenes, 1 metro, y un bus, todo está cerca, si no pasa de 50′, está cerca.
Te vas haciendo a Madrid, a sus calles, al sabor que tiene el frío, a salir, a entrar en casa, a no dar cuentas a nadie más que a tí mismo, en definitiva, a vivir, porque quién conoce realmente Madrid, se enamora.